miércoles, 19 de febrero de 2014

Cáncer en la infancia



El cáncer infantil es el cáncer que afecta a niños y a jóvenes, y existen diferencias entre éste y el de los adultos, tanto en la manifestación de sus síntomas como en sus desencadenantes y tratamiento.

Los cánceres más frecuentes en la infancia son la leucemia, el linfoma y el cáncer cerebral y a partir de los diez años es más frecuente el cáncer de huesos.

Mientras que en los adultos las causas o desencadenantes pueden ser el hábito de fumar, el consumo excesivo de alcohol, la exposición excesiva a los rayos solares…etc, en el cáncer infantil, la mayoría de las causas son todavía desconocidas, lo que hace difícil su prevención. Los niños que padecen esta enfermedad suelen estar sometidos a pruebas y tratamientos médicos aversivos y estancias hospitalarias largas, lo que supone una ruptura de su vida cotidiana. No sólo el niño que lo padece, sino toda la familia experimenta mucho estrés y ansiedad durante estos periodos.

En el caso del niño, además de toda la exigencia que supone un tratamiento médico y el dolor  que acarrean los efectos adversos del mismo, se pueden producir alteraciones en la imagen corporal, pérdida de la identidad, ansiedad anticipatoria ante los procedimientos médicos o un estado de ánimo decaído.

Por otro lado, la familia, debe asimilar cambios importantes, aprender gran cantidad de información sobre la enfermedad, seguir conciliando su vida laboral y el cuidado de sus otros hijos y servir de soporte para su hijo. Todas estas exigencias pueden llegar a desbordar a los padres del niño con cáncer y  crearles una sensación de pérdida de control.

Por lo tanto, el tratamiento psicológico se tiene que dar en ambas partes.

Con el niño hay que trabajar la adaptación a su enfermedad y al proceso de hospitalización. Es importante el ser honestos con él, tiene derecho a conocer qué le está sucediendo. La información que le daremos estará en función de su edad y de su capacidad de comprensión. También es importante, que en la medida de lo posible el niño pueda continuar con sus actividades sociales y académicas, con el fin de normalizar un poco la situación. A la hora de afrontar las técnicas médicas más aversivas se utilizarán técnicas de distracción, relajación, respiración, visualización de imágenes placenteras…etc con el fin de intentar aliviar en la medida de lo posible el dolor que el niño pueda sentir y reducir la ansiedad.

Además de trabajar para mitigar el dolor, también se profundizará en la comunicación emocional con el niño y con los padres. Muchas veces la familia no quiere expresar los sentimientos pero el niño los capta, por lo que es bueno que se aprenda a comunicar el miedo y las preocupaciones y que la comunicación sea lo más abierta posible entre todos los miembros del sistema. También se intentará facilitar una adaptación y una asimilación de la nueva situación de su hijo/ hermano ; la búsqueda de apoyos y el trabajo personal de la ansiedad y el estrés.

En Martínez Bardají Psicología este tipo de casos los llevamos entre una profesional especializada en psicooncología y la psicóloga infantil, con el fin de proporcionar un tratamiento lo más completo posible tanto al niño como a la familia.
 Aunque el cáncer es una enfermedad dura y muy presente en la sociedad hoy en día, en la infancia tiene mejor pronóstico que el de los adultos, sobretodo si se inicia el tratamiento en el momento adecuado, por lo que no hay que decaer y luchar para salir adelante ¡Mucho ánimo!

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