Hoy en día, ambos padres suelen trabajar fuera de casa y la
crisis económica a veces hace difícil el poder llevar a los niños a guarderías
o a actividades extraescolares; por ello, los abuelos juegan un papel muy
importante, pues pasan mucho tiempo con ellos. Son los responsables de ir a
buscarlos al colegio, o cuidan de ellos durante las mañanas o las tardes en que
nosotros trabajamos, comparten rutinas y actividades diarias…etc; han pasado de
ser responsables de su cuidado en determinadas circunstancias, a responsables
de su crianza, casi a la par que nosotros mismos.
Todo esto, puede originar conflictos entre padres y abuelos
con respecto al tipo de educación, los permisos y prohibiciones, los hábitos
diarios..etc, siendo en ocasiones difícil que ambas partes lleguen a un
acuerdo.
Hay muchos padres que
consideran que los abuelos son “demasiado blandos” o que no aplican los límites
necesarios, o por el contrario, abuelos que no están de acuerdo con el estilo
educativo de sus hijos para con sus nietos, por ser demasiado tolerantes o
permisivos.
Para solucionar estas situaciones es importante que haya una
buena comunicación entre las dos partes para que haya una coherencia entre lo
que unos y otros le dicen al niño. Por ejemplo, si en nuestra casa, no les
permitimos a nuestros hijos decir palabrotas y en casa de la abuela no le dicen
nada, el niño puede aprovechar esta comparación y jugar al chantaje emocional
(“la abuela sí me deja hacerlo”) y éstas son conductas que debemos evitar. Lo
último que debe aprender un hijo es aprovecharse de las diferencias entre el
papel del padre/madre y de
abuelo/abuela.
Por ello, debemos de sentarnos a hablar con nuestros padres
sobre las normas generales que debe haber en la estructura familiar e intentar
llegar a un consenso.
También, es normal que haya cierta complicidad entre nieto y
abuelo y eso no se nos debe olvidar. Es decir, el abuelo, es abuelo, y hay que
dejarle ese rango de libertad con respecto a la permisividad. Que le compre
algún helado, o alguna chuche que igual nosotros no le compraríamos entra
dentro de lo normal, pero siempre sin dejar a un lado las normas establecidas
conjuntamente con respecto a las cosas realmente importantes de la crianza.
En otros muchos casos, debido al ritmo frenético de la
sociedad, a las exigencias de la vida laboral y al aumento de número de
separaciones, muchos abuelos se ven como primeros referentes para sus nietos.
En estos casos este papel consentidor de los abuelos debería limitarse, porque
son los que más tiempo pasan con ellos.
Todas estas situaciones pueden crear alguna discusión en el
seno familiar y simplemente hay que sentarse a hablar y delimitar los papeles,
y los roles de cada uno en la vida de nuestros hijos. Ya sabéis que si tenéis
cualquier duda o cualquier situación que no sepáis como abordar, nuestra
primera sesión es gratuita y estaremos encantadas de conocer vuestro caso y
solucionar todas las dudas que podáis tener.