viernes, 18 de agosto de 2017

Establecer una rutina diaria con los más pequeños: ¿Para qué y cómo hacerlo?

Establecer hábitos dentro de una rutina es fundamental durante el desarrollo infantil. En ocasiones, padres y madres pueden desesperarse porque afirman que los niños están muy nerviosos e intranquilos. Que no comen bien, no descansan, están inquietos…  Y en ocasiones, cuando no existe un problema grave de trasfondo, la causa radica primordialmente en la falta de establecimiento de una rutina.

Establecer una rutina y organización en la vida diaria de los más pequeños (horarios, comidas, sueño…) resulta beneficioso y necesario ya que les aporta estructura. Favorece que se sientan seguros y tranquilos en el ambiente familiar, favoreciendo los cimientos para un buen equilibrio emocional. La importancia del establecimiento de una rutina y organización reside en que así conocen qué hacer en cada momento, qué normas y qué limites existen en casa y van adquiriendo responsabilidades,desarrollando habilidades de organización por sí mismos. Por último, se traduce en el funcionamiento diario ya que saber lo que viene después permite optimizar la utilización de sus recursos cognitivos.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de establecer rutinas?
Es tarea de las familias la educación de los niños. Ellos no tienen todavía capacidad de establecer rutinas y si les permitimos un libre albedrío, sabemos que la desorganización será enorme, sobre todo cuando más pequeños son.  La habilidad de organización y establecimiento de rutina es algo que deben adquirir durante su desarrollo y con lo que a priori no constan.

Teniendo en cuenta esto, les enseñaremos a hacerlo imponiendo nosotros un horario. A qué hora se come, a qué hora se lavan los dientes, a qué hora se baña… Por ejemplo. Asignaremos un horario a cumplir con la mayor exactitud posible, dando estabilidad y permitiendo que sepan siempre lo que toca. Por ejemplo, un niño puede saber que después de cenar “tocan” dientes, cuento, y dormir. Si bien todos sabemos que esta tarea puede ser complicada de realizar, llevar a cabo esta rutina todos los días hará que el niño implemente los hábitos y cada día será un poquito más sencillo y facilitará la tarea a los padres.

No obstante, a medida que crecen, esta rutina no irá tan directamente impuesta de nuestra mano. A la hora de  pautar cuando hace según qué actividades (por ejemplo, a qué hora hacer los deberes), será beneficioso incluir a los niños en la toma de decisiones. No se trata de dar un libre albedrío completo, ya que siempre tendremos en cuenta unos límites. Pero sí podemos darle opciones (que no disten mucho entre sí, de manera que no nos alejamos de lo que desearíamos) y que se sienta partícipe de la decisión. De esta manera se compromete en mayor medida y colabora más.

¿Qué hábitos y actividades debo incluir en la rutina diaria?
En parte dependerá de la dinámica familiar y el día a día del niño. No obstante, existen algunas áreas que siempre deberán ser incluidas y pautadas, a nivel de hábitos y actividades, que os comentamos a continuación.
  • Alimentación: Debemos pautar las comidas. Cuándo se come, dónde se come, quiénes comen. Que identifiquen los momentos del día que corresponden a cada comida y lo que implica, manteniendo la misma dinámica todos los días.
  • Sueño: Similar al caso anterior, cuándo se duerme y donde se duerme. Qué se hace antes de dormir, y que no se hace una vez nos acostamos. De nuevo, mantendremos la dinámica a diario.
  • Higiene: Todos los hábitos de higiene deben ser interiorizados desde la primera infancia. Aseo básico, dientes, baños/duchas… Tendrán que identificar cuando (por ejemplo, los dientes inmediatamente después de comer para que no se nos olvide; La ducha por las tardes después de ir al parque…) y hacerlo siempre de esta manera. Mantendremos la dinámica a diario.
Estos tres hábitos son los primeros que tienen que aprender los más pequeños de la casa. Se establecerá una misma rutina diaria para estos hábitos desde un inicio y en la medida de lo posible. Además, son actividades relacionadas entre sí y podrán establecer un orden en ellas (como se comenta anteriormente; sabe que después de cenar toca aseo, y después de ello alguna actividad como un cuento y dormir. Pero para lograrlo tendrá que mantenerse la rutina durante todo el tiempo). Consideraremos también las siguientes tareas:  
  • Deberes/estudio: Cuándo y dónde se hacen las tareas del colegio y se estudia. Cómo debe estar el entorno, qué debe y que no debe estar sobre la mesa. Generar rutina en este ámbito ayudará incluso a su desempeño escolar.
  • Juego: Cuándo y con qué condiciones pueden jugar. Qué tareas tienen que cumplir antes de poder jugar o bajar al parque.
  • Tareas diarias: A medida en que van creciendo y se les adjudican diferentes tareas en casa o de auto-cuidado, se pautarán dentro de una rutina.
Por supuesto, en función del funcionamiento de cada casa, de las actividades que realicen… estas pautas se adaptarán de una manera o de otra. Sobre todo, resultará fundamental que los hábitos de alimentación sueño e higiene se incluyan adecuadamente en la rutina, ya que influirá incluso en los niveles de nerviosismo que pueda mostrar el niño o niña.

Si necesitáis orientación, no dudéis en poneros en contacto con Martínez Bardaji psicología y salud.


Estaremos encantadas de ayudaros.