viernes, 17 de octubre de 2014

Obesidad Infantil

El aprendizaje de hábitos alimentarios adecuados en nuestros hijos es muy importante a la hora de prevenir cualquier tipo de trastorno en su alimentación.

Los niños son como esponjas y aprenden por imitación de los que tienen a su alrededor. Los padres, somos los que más tiempo pasamos con ellos, por ello debemos inculcarles actitudes y pautas adecuadas a la hora de sentarse a la mesa y un estilo de vida saludable desde los primeros años de vida.

Actualmente están aumentando  los casos de obesidad infantil y está demostrado que la mayoría de estos casos continúan teniendo problemas de sobrepeso ya en su edad adulta. La comida rápida o basura, las prisas por los horarios laborales de las familias o el sedentarismo infantil  debido al abuso de las nuevas tecnologías,  llevan a los niños a comer en exceso alimentos procesados (pizzas, canelones precocinados), chucherías, bollería industrial…etc. Todo esto se materializa en niños cada vez más obesos y sedentarios, que muchas veces calman sus ansiedades, preocupaciones e inseguridades con la comida. De ahí es de dónde pueden derivar los trastornos alimentarios tanto en un extremo como en otro.

Algunos consejos  que podemos daros a los papis son:

  1.           Intentar comer sin la televisión, pues generalmente esto les hace perder la noción de la cantidad de comida que están ingiriendo.
  2.          Por lo menos contar con media hora para comer con tranquilidad, sin prisas ni alborotos. Que la comida sea un momento relajado donde poder hablar con la familia de lo que se ha hecho en el día.
  3.           Limitar la cantidad de refrescos, sobre todo en las comidas porque tienen muchos azúcares  y además sacian al niño. Acostumbrar al niño a beber agua de forma continuada y abundante.
  4.           Respecto a la merienda y el almuerzo, sustituir la bollería y las frituras por frutas o lácteos. No saltarse ninguna comida.
  5.           Alternar el consumo de carne y pescado, moderando las raciones para poder acompañarlas siempre de guarnición de verduras y hortalizas.
  6.           Consumir la fruta preferiblemente entera. Menos frecuencia de zumos.
  7.           Programar actividades al aire libre para el fin de semana: ir en bici, hacer alguna excursión…etc
  8.           Es conveniente inculcarle el interés por la práctica de algún deporte, siempre el que él elija ya lo practique en alguna extraescolar o en el fin de semana.
  9.           Poner un límite de tiempo al ordenador, tv, play, tablet.. .etc, para acabar con el sedentarismo y promover otro tipo de juegos más activos.
  10. -         No es adecuado prohibir totalmente algunos alimentos como los dulces, porque en su justa medida no son perjudiciales  y el no poder comerlos nunca les puede generar ansiedad .
  11. -        Todos estos cambios en el estilo de vida se deben hacer poco a poco y sin presiones y sin utilizar la comida nunca como un premio o un castigo.




Como conclusión, deciros, que la alimentación tampoco debe convertirse en una obsesión, es decir, tan malo es el dejar que nuestro hijo coma lo que se le antoje, como el convertir la comida en algo demasiado medido y no permitir que se salga de una determinada dieta nunca. Lo adecuado como siempre, lo encontramos en el punto medio, en encontrar un equilibrio basado en una dieta mediterránea  en la que nuestros hijos coman todos los nutrientes que necesitan y en realizar algún tipo de actividad física por lo menos dos veces a la semana para que crezca sano y fuerte: ” mens sana in corpore sano”