El miedo a la oscuridad es muy frecuente en la infancia. Suele
aparecer pronto, alrededor de los dos años
y continua siendo frecuente hasta los nueve. Es un miedo evolutivo, es
decir, suele desaparecer a lo largo de los años, pero si es muy persistente y
le impide dormir sólo o interfiere mucho en la vida del niño, es bueno dar una
serie de pautas tanto a los padres como a él mismo para erradicarlo.
Los niños suelen relacionar la oscuridad con lo desconocido, el final
de las actividades que estén realizando durante el día y la falta de papá y
mamá; además en la mayor parte de los cuentos e historias infantiles los ogros,
monstruos etc, habitan en sitios oscuros, mientras que las princesas y los
héroes en radiantes castillos y el niño al acostarse suele echar a volar su
imaginación y cualquier ruido o sombra lo interpreta como una amenaza.
Muchos de los padres debido a
este miedo de sus hijos, duermen en su habitación, o les permiten que pasen a
su cama o incluso que duerman en el sofá y esto refuerza aún más este miedo.
Las principales pautas que se suelen emplear a nivel general son:
- Jugar con el niño durante el
día a juegos con las persianas bajadas: tinieblas (escondite en la oscuridad), la
gallinita ciega o la búsqueda del tesoro ( esconder por toda la casa chucherías
envueltas en algún papel llamativo o algún juguete y que el niño deba buscarlo).También
los juegos de sombras son bastante
útiles en estos casos.
-Intentar que el momento de irse a la cama sea un momento relajante,
sin discusiones ni demasiada activación. Se deben evitar las historias de
miedo, películas o juegos que puedan crearle ansiedad antes de ir a dormir. En
el caso de que viera alguna película con alguna escena que le impactara siempre
usar el humor, diciéndole que todo es mentira y explicándole la diferencia
entre realidad y ficción.
-Es importante, que el ambiente donde duerme el niño sea agradable e
ir jugando poco a poco con la luz. Al principio dejar la luz del pasillo
encendida para que tengan más seguridad, después una pequeña lámpara, un piloto
de luz y poco a poco ir eliminarla del todo. En el caso de que el niño tenga
pesadillas o nos llame en la noche, es importante que acudamos a consolarle y
no encendamos la luz, para que no asocie la luz con seguridad.
-Utilizar peluches o algún muñeco también es frecuente para que se
sienta más arropado.
Como ya os hemos dicho suele ser un miedo que desaparece, en unos
niños antes que en otros, pero es un miedo propio de la edad y que solemos
atravesar todos, no hay que darle excesiva importancia, darle confianza y
cariño y seguir estos consejos; si aún así sigue teniendo mucha ansiedad a la
hora de dormir, pueden consultarnos, nuestra primera sesión es gratuita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario