lunes, 23 de junio de 2014

Prevenir el estrés y la ansiedad en la infancia



Hoy en día, la mayoría de los niños están sometidos a mucho estrés en su vida diaria, además de las horas dedicadas a ir al cole, tienen actividades extraescolares que les ocupan mucho tiempo y a veces pueden estar sobrecargados y expresar este estrés con síntomas ansiosos como alteraciones del sueño, de la alimentación, bajones en el rendimiento escolar, altibajos emocionales…etc.
 Debemos estar alerta ante los cambios que observemos en el comportamiento de nuestros hijos e intentar prevenir esta ansiedad.
 
Para ello, lo fundamental es que lleven un estilo de vida sano, tanto físico como emocional.

-Que tengan una dieta rica y varada, planificando horarios de comida relajados, intentando no ir siempre corriendo y procurando alimentos ricos en magnesio y vitamina B, como cereales integrales, frutos secos, verduras, frutas y legumbres.
-El dormir las suficientes horas, ocho como mínimo, sin llenar la agenda de extraescolares y otras actividades y disponiendo de unas horas  dedicadas a jugar y a divertirse. Es muy sano que dispongan de un tiempo para ellos al día.
-Hacer ejercicio de forma habitual, si es posible al aire libre y en contacto con la naturaleza, pues les ayuda a liberar endorfinas, a relajarse y a socializarse con otros niños.

Además de todo esto, debemos de seguir une estilo educativo coherente, no exigiendo a nuestro hijo por encima de sus posibilidades, sino adaptar ese nivel de exigencia a las capacidades que él tenga, evitando las comparaciones con otros niños y valorando sus aspectos positivos. El sentir que no está llegando a nuestras expectativas puede ejercer mucha presión sobre él.
Darle cariño y seguridad pero fomentando que vaya haciendo poco a poco las cosas solo para que se sienta capaz de hacerlo cuando no estemos nosotros presentes para ayudarlo.

Otras actividades que podemos realizar con ellos para tratar de prevenir esa ansiedad son:

-Realizar relajaciones con ellos antes de irse a dormir adaptadas a su edad, haciendo que el niño se imagine situaciones placenteras: que está flotando en una nube, en el mar, atravesando un bosque verde y fresco…etc, practicando una respiración profunda y abdominal.
- Crear una película imaginaria, un cuento en el que él es el protagonista y se enfrenta a todos sus miedos y ansiedades resultando vencedor de esa lucha, introduciendo afirmaciones como “soy capaz de hacer y superar esto” “estoy tranquilo”.
-O haciendo ejercicios de concentración, como el centrarse en una imagen agradable con  mucho colorido, fijándonos bien en todos sus detalles y tratar de reproducirla en la mente, cerrando los ojos, lo más claramente posible o concentrarnos en un sonido como el tic tac del reloj.

Lo más importante es planificar bien el tiempo de nuestros hijos, que haya tiempo para todo, y que se realicen todas las actividades de forma tranquila y sosegada; intentar vivir nosotros también de esa forma, pues muchas veces, somos nosotros los que les transmitimos nuestro estrés a ellos.